Nuestros hábitos alimenticios también afectan al desarrollo de nuestra boca. Sin ir más lejos, debido a que nuestra dieta es cada vez más blanda, no necesitamos ni una mandíbula tan grande ni tantas piezas dentales como nuestros ancestros.
Por ello, aunque lo habitual es contar con las cuatro muelas del juicio, se constata que al 25% de la población le falta (al menos) una de esas muelas. Y un nada desdeñable 10% carece totalmente de ellas.
“La afirmación de que las mueblas del juico no sirven para nada es errónea y carece de todo fundamento científico. Los terceros molares deben considerarse unas muelas más, ya que cumplen con la misma finalidad que el resto de los dientes: triturar, masticar y facilitar la digestión de los alimentos”, asegura el presidente del Consejo General de Dentistas, el Dr. Óscar Castro Reino.
Nuestra boca pasa por varias etapas en la erupción de los dientes:
– Entre los seis meses y los dos años empiezan a salir los temporales.
– A los seis años, comienzan a salir las primeras muelas definitivas.
– A los doce años terminar de erupcionar los dientes permanentes (excepto los terceros morales)
– Entre los 17 y 22 años, comienzan a salir las denominadas muelas del juicio.
Problemas más frecuentes por la erupción de las muelas del juicio
En ocasiones, la posición de las muelas del juicio (o terceros molares) pueden originar problemas como:
– Infección: la pericoronaritis es la complicación más frecuente.
– Apiñamiento: el empuje inadecuado de la muela del juicio al intentar salir puede, en ocasiones, originar que los dientes incisivos sufran un apiñamiento.
– Quiste: una muela del juicio puede originar la formación de quistes.
– Daño al diente contiguo: La posición inadecuada del tercer molar puede dañar al molar contiguo, produciéndole caries o reabsorbiendo su raíz.
Los especialistas aconsejan que el paciente acuda a la consulta del dentista en caso de notar ciertas molestias: “Si cuanto están saliendo los terceros molares se siente sensación de calor y presión, la encía inflamada, dolor en la muela o de oído y garganta, o un sabor extraño en la boca, se recomienda visitar al dentista lo antes posible. Muchas de estas complicaciones pueden resolverse mediante tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios, pero en otros casos será necesario extraer la muela del juicio, según criterio del dentista”, explica el Doctor Castro Reino.
Noticia extraída de Gaceta Dental